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Festeja la Unidad Xochimilco de la UAM su 50 aniversario

María Teresa Cedillo Nolasco

Con un homenaje al profesorado y al personal administrativo fundador de esta sede académica, la comunidad de la Unidad Xochimilco de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) celebró su 50 aniversario, en una ceremonia a la que asistieron autoridades de la Rectoría General y del resto de sus campus.

El doctor José Antonio De los Reyes Heredia, rector general de la Casa abierta al tiempo, destacó la labor de fundadoras y fundadores, algunos de ellos Profesoras y Profesores Distinguidos, porque “ustedes han creado desde sus cimientos esta unidad y generaron las bases para que hoy tengamos una institución muy reconocida”.

Recordó que el 11 de noviembre de 1974 la UAM inauguró esta sede, que desde sus primeros días se forjó con un sistema que rompía con las tradiciones de enseñanza aprendizaje y abrazaba una estructura “profundamente ligada a la realidad social del México que se quería tener”.

Hoy, en su 50 aniversario “celebramos su trayectoria y su firme compromiso con una educación crítica y transformadora, una que se ha ganado su lugar como espacio de pensamiento libre y de acción social”.

El sistema modular -que ha sido retomado como ejemplo en el sistema educativo mexicano- presente en toda su oferta impulsa a enfrentar situaciones concretas mediante el trabajo colaborativo, el intercambio y la discusión de ideas, buscando el bienestar común, subrayó el Rector General.

Además, continuó, aquí se conjugan de manera significativa las funciones sustantivas de la universidad (investigación, docencia y difusión de la cultura), pilares que forman un ciclo de retroalimentación que fortalece el desarrollo académico y social de sus miembros, aspecto que se refleja en el espíritu de una comunidad comprometida, que asume su misión con rigor y pasión, impulsando proyectos innovadores y una vinculación genuina y muy reconocida por la sociedad.

Agregó que a lo largo de estas cinco décadas la Unidad Xochimilco ha enfrentado desafíos diversos, como la necesidad de incorporar nuevas tecnologías para responder a las demandas de una sociedad en constante cambio, reafirmando su rol activo en la transformación social en áreas como las Ciencias de la salud, las Humanidades, el Diseño y la Arquitectura, entre otras disciplinas.

Cada uno de sus programas académicos y de investigación responde con creatividad y responsabilidad a necesidades sociales, construyendo soluciones desde sus raíces.

En este aniversario “reafirmamos el propósito de ser una universidad para todos y todas, que fomente la igualdad, la libertad de pensamiento y la solidaridad con las causas sociales”.

Su futuro, enfatizó, es tan prometedor como el ideal que la fundó: ser una institución que con cada generación renueva su compromiso con el cambio. El horizonte es brillante y la Unidad Xochimilco, al igual que toda la UAM, continuará siendo una casa de estudios que no se limita a observar el mundo, sino que trabaja incansablemente por transformarlo.

En su intervención, la doctora Norma Rondero López, secretaria general de esta UAM, señaló que las trayectorias académicas, los miles de egresados, los miles de resultados de investigación y las miles de acciones de difusión cultural dibujan y dan sentido a este medio siglo de existencia de la Casa abierta al tiempo.

Al referirse a la relevancia de la carrera académica reconoció que la Institución es un lugar inmejorable para desarrollarla y quienes han transitado una larga trayectoria, ocupado cargos de gestión, incluida ella, pueden confirmar “la ventaja de tener condiciones materiales y académicas para desarrollar las actividades propias de las funciones sustantivas de docencia, investigar con toda libertad y con apoyos más que suficientes para compartir, debatir, presentar resultados y con espacios de trabajo ricos en vida cultural”.

Lo anterior, puntualizó, no son aspectos comunes en las instituciones públicas mexicanas y menos en momentos difíciles para el sector educativo, subrayó. Además, en los últimos años se ha puesto un mayor énfasis en la investigación por sobre las otras funciones sustantivas, reconoció.

Dijo que privilegiar los objetivos institucionales dando lugar al cumplimiento de objetivos personales y académicos con una visión integral de las funciones, permitirá configurar áreas académicas sólidas, con solvencia en los perfiles de quienes habitan estos espacios.

Acerca de la renovación de la planta docente, refirió que el traslado de la estafeta a los más jóvenes implica compromiso con este proyecto y “quienes dejemos en los próximos años la vida académica, habremos de abrir un nuevo camino para dejar a quienes vienen detrás una carrera transitable al mismo tiempo que viable institucionalmente”.

El doctor Francisco Javier Soria López, rector de la Unidad, destacó que desde aquel lejano 1974 se han inscrito y formado parte de la comunidad a nivel licenciatura y posgrado poco más de 175 mil alumnas y alumnos, de ellos 93 mil han egresado con éxito, quienes se apropiaron de los principios, conocimientos y habilidades, que se traduce en la identidad de la UAM y por ende llevan a su alma mater en el corazón y mente.

La UAM es una institución fuerte, comprometida con las mejores causas de México, con valores anclados en el respeto, la ética y la consideración de la otredad con la responsabilidad de seguir contribuyendo al desarrollo de la educación en el país, añadió.

La doctora Angélica Buendía Espinosa, secretaria de la Unidad, sostuvo que a 50 años de su creación, la UAM forma parte de la historia de México, al surgir tras el movimiento estudiantil de 1968, lo que marcó en buena medida su identidad, porque se sumó a los esfuerzos de transición del México que exigía justicia, democracia, respeto a los derechos humanos; la UAM nació en medio de un México turbulento y exigente de cambio y de transformación social, económica y política.

En los próximos 50 años vendrán nuevas generaciones, nuevas ideas, nuevos tiempos “y nos tocará contribuir desde nuestra experiencia y nuestro aprendizaje al bien colectivo, al bien común y hacer de la UAM la mejor universidad”.

En el marco de esta celebración las autoridades universitarias inauguraron la sala en honor de Daniel Manrique Arias (1939-2010), artista que con su trabajo mostró la tradición del famoso “barrio bravo” de Tepito; además se develó la placa conmemorativa del Kiosko de cafetería y del Servicio Médico, de la Coordinación de Enseñanza de Lenguas, de la Coordinación de Servicios de Cómputo, así como del Aula Incluyente y Accesible, de la Unidad de Prevención a la Violencia de Género y la de Atención a las Trayectorias Académicas del Alumnado.